sábado, 11 de junio de 2011

Cuenta Cuentos

¿Realidad o Ficción?

Como un niño grande pero sin el como; no es cierto que tenga un ojo de cada color aunque debiera, por su capacidad para sintetizar puntos de vista de todos los colores. Lo que sí tiene es un pedazo de ojo crítico hiperdesarrollado, que le permite moverse por la vida como un moderno caballero andante al rescate de doncellas, justas causas e ideales de manual.

Si existiera el prototipo perfecto que encarnara los ideales al margen de intereses espúreos, de los “Indignados del 15-M”, en el minuto “0” del movimiento y antes de su corrupción absoluta, ese sería él. Desconoce el uso de algunas artes de la vida moderna: el cinismo la hipocresía y el servilismo no entran en su diccionario más que para aplicar sus correspondientes antónimos: vergüenza, decencia y rebeldía.

Este moderno juglar y cuenta cuentos es capaz de cautivar a la parroquia con sus palabras, independientemente de la edad o el perfil de sus parroquianos; como si del Flautista de Hamelín se tratara, te arrastra con su verbo fluido e incontenible a los confines de su mundo.

Muchas noches le echo de menos, y no por coyundas amorosas, sino por echar un rato en el quicio de la puerta o en el descansillo de la escalera, cuando con la escusa de un poco de leche, un huevo o cualquier otra fruslería entre vecinos, le dábamos a la lengua un rato en el intento vano de arreglar el mundo.

De puro idealista, e inquieto inconformista, ha mojado su pan en salsas políticas de todos los sabores y colores, hasta llegar a la conclusión de que como la salsa casera no hay nada, si se saben elegir bien los ingredientes y mezclarlos en sus justos términos.

El Valle de las Sombras

Fui testigo de sus fatigas de escritor novel buscando alguien que como él fuera distinto y capaz de acompañarle en su aventura literaria, de sus manuscritos en el cajón, de sus inicios con la Editora Regional murciana, de sus excursiones a Madrid y Barcelona, en busca del ansiado editor que arriesgara en un valor seguro pero desconocido.

¡Y lo ha conseguido el “jodío”!, peldañico a peldañico, con la misma sencillez y naturalidad del primer día, ahora se asoma a los escaparates del Corte Ingles a tamaño Pau Gasol de la mano de una de las grandes, sin padrinos ni pleitesías, solo con su curro y su personalidad arrolladora.

Este año he sufrido una frustración importante, hasta ahora, y contra viento y marea, no me he perdido una sola de las presentaciones que Jero ha hecho en Murcia de sus libros y en las que siempre ha contado con nosotros como miembros incondicionales de su tropa fiel. Este año no ha podido ser; por un inoportuno compromiso, me ví privado de asistir al penúltimo show literario montado en torno a “El Valle de las Sombras” y bien que lo sentí. Menos mal que al día siguiente me lo contó Marián con pelos y señales y pude llamarle con conocimiento de causa para darle la enhorabuena.

Quién no le conozca y tenga oportunidad de hacerlo, que lo haga; quién no le haya leído y pueda hacerlo, que lo haga también, es de una prosa cómoda y sencilla, que no te obliga a consultar el diccionario ni las notas a pie de página continuamente, que solo busca distraer y entretener y que, si al final le encuentras la moraleja a su historia, pues eso que te llevas.

En fin, un tipo auténtico del que puedo presumir como amigo, que ha estado ahí cuando ha hecho falta y aunque no lo parezca, al que no le debo nada, más que gratitud.

1 comentario:

jerobibo dijo...

ME HA HECHO,MUCHA ILUSIÓN, MUCHAS MUCHAS GRACIAS, OS QUIERO